Cinéfila ignorancia Colombiana...
Y después del corto vicentino de Colombia y su independencia, vino la sociedad del semáforo… no cabe duda que estará en cine o en cualquie
r semáforo…
Cuando comenzó la triste vida de García, me dio rabia que atrás mío, una señora, que se veía tenía una vida no muy alejada a la de Margarita Rosa, se reía ante cualquier cosa, que amerita sentirse mal, la señora, la patética y gorda señora solo se reía de los sobrecitos de café, que se vaciaban en un frasco azucarero. Se reía de la pizza fría al desayuno, pero no se quejaba de la comida de pobre que le fue surtida en un cine combito a la entrada de la sala.
Fue, para mi muy incómodo, involucrarme en la rutina triste de García, y ver como esa señora no se callaba, y dejaba de reírse y comentar con su triste marido la película en una vos considerablemente alta. Fue un momento muy agr
adable verla irse al baño unos 5 minutos.
Ya todo se calmó y por fin pude disfrutar de una película colombiana, con un contenido algo diferente, ahora el narcotráfico no esta tan apegado a los típicos Colombianos con un lenguaje coloquial y amantes del Charrito Negro y Pipe bueno… que cosas la música popular, ya son brasileros, la pobreza y la corrupción, la extorción y la mente cínica de una esposa a la que solo le importa tener una buena vida, la inocente mente de un esposo con una amante insoportable. Todo esto en contra de un portero que solo quiere tener una plantación de tomates y darle una buena vida a su adicta esposa. El ex policía que quiere revivir sus tiempos de investigador y ayuda a su mejor amigo a poder cumplir con una sola meta, recuperar a su esposa a toda costa.
No nos podemos burlar del ingenio e ingenuidad de García, el esposo humilde de gran corazón, que solo espero se vuelva un personaje reconocido como ese tal pedro el escamoso, solo que con la diferencia de ser, un actor de la merecidísima pantalla grande.
