
Tatuarse es como tener sexo, para mi siempre es como una primera vez, cuando llevo la idea al tatuador, se transforma, el me da sugerencias y yo miro cuales acepto, se fija una cita y bueno finalmente llega el día, ves como el crea el esténcil y te emocionas muchísimo; luego llega la hora de la hora, te sientas, acuestas, recuestas y dispones tu piel desnuda a una persona, entregas es fragmento con nervios, pues lo único que quieres es que todo quede perfecto y de acuerdo a lo planeado. Luego sientes el primer pinchazo y se siente como la primera entrada, luego viene la primera limpieza de tinta y te dices a ti mismo -Lo hecho, hecho esta- ya casi no hay vuelta atrás, no dejas de mirar como las agujas van delineando la imagen y como cada ves mas todo cobra forma y vida.
Sientes un dolor que “la mayoría de las veces” es aguantable, cada vez que limpian tu piel siente un dolor inexplicable en la zona rayada, y luego un placer por ver como esta quedando. Cuando ya terminan, es como tener una catarsis, pues en mi caso, siempre los tatuajes quedan mejor de lo que yo pensaba y entonces te sientes tan feliz y en las nubes que piensas que no podría haber sido mejor, todo valió la pena, si todo, aguantarse el sonidito desesperante de la maquina, el ventilador que hace que el aire rose tu sensible piel y no te aguantas la incomodidad, el mico que te dio, la tortícolis, el dolor de espalda, los calambres, escuchar mas de tres veces la misma canción, el tiempo que tomó, la sed, las ganas de que todo termine rápido; todo, absolutamente todo valió la pena.
Pero en mi caso no todo termina ahí, luego caminar y moverse es incomodo pues la piel obviamente esta lastimada y te duele mucho hacer cualquier movimiento, luego tienes que pensar en la ropa que usaras para que tu tattoo no se dañe, los cuidados, estar pendiente del papel celofán, que la tinta no manche la ropa de cama; que no te del el sol, que no te caigas o sufras un accidente, dejar de tomar una semana, dejar ir a piscinas por un mes y esa es la parte jarta de todo, lo único que quieres es disfrutar de tu nuevo tatuaje pero tanta pendejada que hay después de salir del estudio es lo mas maluco de todo. Pero lo peor de lo peor, es la cicatrización, ves como, literalmente tu tatuaje se cae al suelo, no se yo creo que si las serpientes y las iguanas sufrieran cada ves que mudan de piel entenderían mi frustración, el tatuaje se ve asqueroso, inmundo, sin forma, todo terrible, las carachas no te las puedes quitar y entonces pasas como 5 días viendo un tatuaje feo y no te lo soportas. Es asqueroso, puedes llegar a pensar que todo lo que pasaste se esta convirtiendo en vano.

¿Después del primero que puedo hacer? !Esto es Heroína pura! después del primero no puedes parar, y te quedas pensando tardes enteras en cual será tu próximo tatuaje, en que parte te lo harás, el tamaño, los colores, el tatuador, el estudio, el día, la fecha, la hora y los segundos de la mi próxima primera vez.
Luego de un tiempo, te acostumbras a ellos, antes no se, los veras raros, puedes hasta tener dudas, pero luego se convierten en tu nueva piel, en un rasgo mas de ti, en una nueva imagen y creo que para las personas con baja autoestima, esta es la mejor terapia, te ves mas bello al espejo y mas cómodo contigo mismo. No tiene iguales; así de sencillo.
La mejor droga del mundo.