Creo que cuando mis padres pensaron en tenerme hace 18 años y 9 meses, no pensaron en que iban atener una niña como yo, de hecho creo que ninguna persona se imaginaria tener a una hija como yo… pero bueno, gracias a mis padres mañana cumpliré 18 años, ya dentro de pocas horas seré una mujer, y no mas una niña, sere un ciudadano con responsabilidades y esas cosas jartas, tengo el derecho de votar y de participar libremente en la sociedad. Podre tatuarme sin que mi novio o mis amigos firmen los permisos por mi, podre entrar a discotecas, moteles, conciertos, bares, prostíbulos… sin miedo a que descubran que soy menor de edad. Ahora oficialmente puedo participar en esta sociedad como una persona enserio, ya no subestimaran mucho, ya puedo participar en concursos, ganarme la lotería, tener una tarjeta de crédito, una cuenta de ahorros en el banco, trabajar y que me paguen muy bien por ello, ahora puedo comprar una casa, un auto, un avión y un país para mi solitaaaaaaaa! Claro, lo único que me falta es el dinero…
Pero dejo atrás la niñez, ya se acabaron los jueguitos para molestar, las niñadas y las demás infantilizas que estoy acostumbrada a hacer. Estoy a punto de entrar a otra dimensión, a algo totalmente desconocido, como si mi cuerpo fuera transportado por un túnel que va a millones de kilómetros por metro, y me imagino que es la misma sensación de los abuelos…por que uno se pregunta; ¿en qué momento llegue a aquí? ¿por qué estoy tan vieja ya?... antes era un piso, ahora estoy a punto de subir al segundo y luego al tercero, cuarto… y hasta mas… Estoy feliz pero tengo miedo de entrar en esa dimensión desconocida, quien sabe con qué locuras me vaya a encontrar.
Ase unos años estaba jugando a los Power Ranger, Digimon y viendo anime, jugando la pelota y en el parque, al lado de columpios inocentemente, viendo pasar al mundo con otros ojos, ajena y distante. Recordando el primer beso, la primera traga, el colegio, los amigos, la primera menstruación, los problemas en los que me metí por infantil… me ponen melancólica, pero creo que sobreviviré, y eso espero, espero mantener esos recuerdos en años siguientes, no quiero olvidar como fue que crecí, y como me crie, quienes me ayudaron a ello… y me fascina saber que aun tendré a mis padres por mucho tiempo más… estoy feliz por eso.
Estoy feliz pero no quiero dejar a un lado esa libertad de infante que me fascina sentir.