
Se abre el cielo y de el baja un rayo de luz divino, toma su alma llena de sabiduría y de color, de formas, paciencia y creatividad.
Su cuerpo toma la textura de un oleo blanco nieve, sus ojos oscurecen con la pérdida de su calidez corporal, su último aliento era la libertad.
Mientras en algún cementerio de Roldanillo, se escaba un hueco para que descanse su frio cuerpo, en mi mente y en las paredes de muchos muses, descansa el alma plasmada de un artista, que nos dejo viendo rayos, rayones.
Disfruta lo que te pase después de la muerte Omar, te lo mereces gran artista.
Píntale a los muertos.